miércoles, 14 de noviembre de 2007

DIMENSION DE LA AUSENCIA. EN LA MUERTE DE UN AMIGO

Ha muerto esta mañana Eladio, mi amigo. Durante los últimos días de su vida, que ha pasado hospitalizado en el Gregorio Marañón, Eladio García López ha dado un inolvidable ejemplo de serenidad y entereza, aun siendo consciente de la gravedad de su estado (o quizá por eso; no había esperanza de recuperación). En estos días siguió regalándonos sonrisas, miradas, palabras... Aun herido de muerte, ha estado a la altura de lo que fue toda su vida: un buen hombre.
Me asaltan los recuerdos de toda una vida compartida. Me asaltan recuerdos de otras ausencias, que, a fin de cuentas, son combustible para seguir viviendo.
Sé cómo te sientes, querido Carlos, cuando escribes en tu blog sobre la muerte de tu amigo José Félix (http://ccarnero.blogspot.com). Ya ves, Carlos: la tecnología nos ayuda a desahogarnos (quién lo diría). Ya ves, Carlos: un desgraciado accidente de tráfico y una mortífera enfermedad nos arrebatan a la gente que queremos: gente optimista, vital, competente. Será imposible llenar el vacío que dejan. Yo ya siento, como tú, la dimensión de su ausencia.
Una habitación vacía. Un despacho vacío. Un teléfono mudo. Ellos ya no están, pero nosotros seguimos viviendo. Seguimos estando juntos, en los momentos alegres y en estos momentos difíciles que afrontamos en estas horas malditas de este maldito 2007.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

lo siento mucho. ánimo. un comentario precioso.

Anónimo dijo...

la vida sigue, tio. un abrazo