Acabo de ver en
Teledeporte el extraordinario ejercicio de
Queralt Castellet en la primera manga de snowboard de los
Juegos de Vancouver. Aunque el
half pipe es una especialidad que empieza y acaba en un santiamén, da tiempo a hacer unas cuantas acrobacias sobre la tabla. Queralt ha estado espectacular. Tan buena ha sido su ejecución, que la ha colocado directamente en la final, evitando así el trago de la semifinal. Se ha quitado mucha presión... y tiene opciones.
Los comentaristas señalan el gran esfuerzo personal de la
rider de Sabadell -abanderada de la selección española en la ceremonia inaugural- para llegar a punto a la cita olímpica. Dicen que ha efectuado largas concentraciones fuera de España -renunciando incluso a pasar las Navidades en casa- para preparar la competición más importante del cuatrienio.
Ha tenido su recompensa. Dicen que ha estado fluida en su ejercicio. Que ha dado la impresión de que se divertía. El preio: una buena puntuación de los jueces y una alegría inmensa, compartida por los aficionados que la han animado en Cypress Mountain, y también por quienes la hemos visto por televisión.
Entre tantas americanas, escandinavas, balcánicas, rusas, ex-rusas, canadienses, etc... es una gran alegría ver la bandera española en lo alto de la clasificación. Aún queda lo mejor: la gran final. Estaremos con el alma en vilo, porque un solo fallo, como en cualquier prueba de élite, separa la gloria del fracaso.
Acabo de ver en Teledeporte el extraordinario ejercicio de Queralt Castellet en la primera manga de snowboard de los Juegos de Vancouver. Aunque el half pipe es una especialidad que empieza y acaba en un santiamén, da tiempo a hacer unas cuantas acrobacias sobre la tabla. Queralt ha estado espectacular. Tan buena ha sido su ejecución, que la ha colocado directamente en la final, evitando así el trago de la semifinal. Se ha quitado mucha presión... y tiene opciones. 
Los comentaristas señalan el gran esfuerzo personal de la rider de Sabadell -abanderada de la selección española en la ceremonia inaugural- para llegar a punto a la cita olímpica. Dicen que ha efectuado largas concentraciones fuera de España -renunciando incluso a pasar las Navidades en casa- para preparar la competición más importante del cuatrienio.
Ha tenido su recompensa. Dicen que ha estado fluida en su ejercicio. Que ha dado la impresión de que se divertía. El preio: una buena puntuación de los jueces y una alegría inmensa, compartida por los aficionados que la han animado en Cypress Mountain, y también por quienes la hemos visto por televisión. 
Entre tantas americanas, escandinavas, balcánicas, rusas, ex-rusas, canadienses, etc... es una gran alegría ver la bandera española en lo alto de la clasificación. Aún queda lo mejor: la gran final. Estaremos con el alma en vilo, porque un solo fallo, como en cualquier prueba de élite, separa la gloria del fracaso.
2 comentarios:
Hola. Yo también vi ayer la clasificación de Queralt Castellet y quedé impresionado, pero como ya era tarde no me quedé a ver la final. Esta mañana he visto su accidente y me he quedado helado. He intentado encontrar su página web pero mi búsqueda ha resultado infructuosa..., sólo quería desde aquí mandarle muchos ánimos y desearle una pronta recuperación. Es una pena, pero el deporte tiene su lado injusto y amargo, que ahora le ha tocado vivir a Queralt. De todos modos, para los que ayer vibramos con su clasificación, ayer Queralt hizo historia en este deporte.
Hola. Yo también vi ayer la clasificación de Queralt Castellet y quedé impresionado, pero como ya era tarde no me quedé a ver la final. Esta mañana he visto su accidente y me he quedado helado. He intentado encontrar su página web pero mi búsqueda ha resultado infructuosa..., sólo quería desde aquí mandarle muchos ánimos y desearle una pronta recuperación. Es una pena, pero el deporte tiene su lado injusto y amargo, que ahora le ha tocado vivir a Queralt. De todos modos, para los que ayer vibramos con su clasificación, ayer Queralt hizo historia en este deporte.
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