viernes, 22 de enero de 2010

MIRANDO A HAITÍ, RICARDO ORTEGA EN EL RECUERDO

Ahora que muchos periodistas españoles regresan a casa despuès de haber sido testigos del horror en Haití, quiero recordar hoy a otro periodista de raza que no pudo regresar a casa, que se dejó la vida hace unos años en aquel país ahora arrasado. No sé cuántos de los reporteros que han cubierto el terremoto se han acordado de Ricardo Ortega. No sé. La memoria es frágil, y el trabajo diario es muy duro. Quizá en el terreno no hay muchos momentos para el lirismo, pero conviene recordar. Aunque sea un segundo. Una frase. Quizá algún veterano lo ha tenido en mente. Confío en que haya sido así. que ha sido así.

Conviene recordar. Recordar que Ricardo Ortega falleció en Haití el 7 de marzo de 2004. Van a cumplirse, pues, seis años. Una bala le hirió de muerte durante un tiroteo cuando informaba sobre la crisis política en el país caribeño. Había ofrecido su servicio profesional a Antena 3 TV, cadena de la que había sido corresponsal en Nueva York. Sus informaciones sobre la guerra de Irak se distinguieron porque llamaba a las cosas por su nombre... Había cubierto conflictos armados como los de Chechenia, Afganistán o Bosnia. Compañeros de profesión le recuerdan como un hombre erudito pero sencillo, discreto pero carismático, valiente pero no temerario. Muy vocacional. Generoso y noble de carácter.

Sé con certeza que algunos de sus íntimos se han acordado mucho de Ricardo estos días. Haití les da mal rollo. A su familia también, imagino. Escuchar "Haití", "Puerto Príncipe", "enviado especial", "violencia en las calles", "descontrol" o "soldados americanos" les habrá llenado de tristeza. Quizá hayan brotado lágrimas de rabia por las injusticias del destino. Lágrimas de pena por su mala suerte.

Si una bala (¿perdida?) no hubiera alcanzado su cuerpo, quizá Ricardo Ortega habría estado ahora contándonos la tragedia haitiana al mismo nivel que los mejores.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Emocionante.Es cierto,la memoria es debil, nadie recuerda nada. Al pobre Ricardo la vida le trató mal de manera inmerecida. Pero queda en los corazones de sus amigos y su familia, seguro.

Ruso dijo...

Bonito recordatorio para tiempos desmemoria.

Josep dijo...

GRACIAS FERNANDO, DESDE ALICANTE, PATRIA CHICA DEL GRAN RICARDO.