lunes, 23 de febrero de 2009

ÉTICA Y ESTÉTICA EN POLÍTICA

Pienso mucho en estos días acerca del peso específico que están teniendo la estética y la ética en la vida pública española, más allá de las responsabilidades judiciales, que se dirimirán cuando corresponda (y que son mucho más importantes que las responsabilidades políticas). Es decir, la imagen pública que proyectan los políticos, los empresarios, los líderes de opinión.

Primero, los espías; luego, la investigación periodística y las diligencias judiciales sobre las tramas de presunta corrupción (vaya imagen, la de los Francisco Correa y compañía asistiendo como invitados a la boda de Alejandro Agag y Ana Aznar en El Escorial); más tarde, las dimisiones de altos cargos del PP. Qué espectáculo han dado no tanto -o no sólo- los imputados, como los que les han rodeado, les han acompañado, han compartido mesa y mental con ellos.... La bronca en la Asamblea de Madrid con Esperanza Aguirre como protagonista, y que además ignora por completo a su otrora consejero Alberto López-Viejo, caído ¿definitivamente? en desgracia; el cierre de filas en torno a Francisco Camps en Valencia, mientras su Conseller de Gobernaciò, que no ha dimitido, se defiende solo y como puede de las revelaciones periodísticas, y tantas otras imágenes chocantes que mi memoria ahora no es capaz de traer al blog.

Por último, la impresentable cacería del ya ex-ministro de Justicia (vaya foto, la de los animales abatidos con la sangre aún caliente), con las igual de impresentables insinuaciones del PP sobre posibles conexiones entre el Gobierno y el poder judicial. El despropósito de Mariano Fernández Bermejo, su soberbia pre y post toma de posesión, pre y post cacería, ha culminado hoy con su dimisión. Una comparecencia pública, para variar, muy poco estética: entre otras cosas, no ha aceptado preguntas. Qué mala práctica se ha instaurado entre los políticos, ésta de convocar a los medios y no permitirles preguntas. Bermejo cumple con un protocolo-no informativo con apariencia de infomativo. No admitir preguntas de los periodistas. Qué poca calidad democrática. Claro, que Federico Trillo también se ha lucido este mediodía, pidiendo más y más al Gobierno...
Qué poca estética. Qué poca ética.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

totalmente de acuerdo. luego querrán que les queramos y que les admiremos, que les votemos.
Ni hablar del peluquin.

Anónimo dijo...

ESTAMOS RODEADOS DE GENTE CON MUY POCO SENTIDO DE LA ETICA PUBLICA. SE CUENTAN CON LOS DEDOS DE LA MANO LAS PERSONAS NOBLES QUE ANTOPONEN LOS INETERSES GENERALES A LOS PARTICULARES. UN PUÑLADO DE CONCEJALES Y ALCALDES, Y POCO MAS.

Anónimo dijo...

Y que Trillo venga a darnos lecciones de Etica Políca... ¡¡¡venga ya(k)!!!

Anónimo dijo...

De acuerdo contigo. Aceptada la dimisión de un ministro que a pesar de ser válido, no se le pueden permitir esos errores. Espero que desde Valencia salte a Murcia y nos quiten de enmedio a la marioneta que tenemos de president en Murcia Región.
A bear hug.
Inquisitormurciano.

Anónimo dijo...

Del PP ya se espera, pero el PSOE es un desastre....
Y porque no se sabe ni la mitad de lo que hay....

Anónimo dijo...

Hasta ahora lo unico cierto y presentable si nos circunscribimos al periodo democrático es que el PSOE ha sido condenado por Matar (gal) y por robar( filesa)

Ahi estais, con dos cojones defendiendo la etica..
Si nunca la ha tenido.

kaiu