Da gusto salir a la calle y ver los balcones engalanados con banderas españolas. Y los bares. Y las librerías. Y algunos puestos del mercado. Es una sana afirmación de patriotismo, de orgullo de ser español. Poco tiene que ver con el uso partidista de la enseña nacional, la enseña de todos. Por fin uno puede ir a gusto con un pin rojigualda sin que nadie prejuzgue.
Que el rojo esté de moda es una buena señal.
1 comentario:
Las banderas nunca son buena señal
Publicar un comentario