PASIÓN POR EL DEPORTE.

Sabes que soy un apasionado del deporte. Este fin de semana he disfrutado de lo lindo. Todo lo que he visto ha sido muy emocionante. Tenemos que enorgullecernos de los deportistas españoles.

En motociclismo, victoria de Dani Pedrosa en Montmeló. Espargaró y Bautista, segundos en 125 y 250 cc. Luego, la victoria aplastante de Rafael Nadal sobre Federer en Rolland Garros. A media tarde, el abandono de Fernando Alonso en el Gran Premio de Canadá de Fórmula 1. Y por la noche, la derrota de los Lakers de Pau Gasol en el segundo partido de la final de la NBA contra los Celtics de Boston. Así es el deporte de élite. Y a mí me emociona igual escuchar el himno nacional en honor a Nadal que el momento en que Alonso se baja del coche después de hacer un trompo. Imagino qué significa haber llegado hasta ahí.

Sin embargo, de todas las citas deportivas, la que más me ha impresionado ha sido la victoria de Javier Gómez Noya en el campeonato del mundo de triatlon disputado en Vancouver. Es una especialidad durísima y muy exigente... y ha triunfado un español. Gómez Noya, campeón del mundo. Una proeza. Y una buena noticia para los Juegos Olímpicos, como la de Nadal y como la de Anabel Medina y Vivi Ruano, campeonas de dobles en Rolland Garros el sábado.
¿Y el fútbol? Mañana, contra Rusia. ¿Podemos?