Adiós a la maldición de veinticuatro años. Por fin estamos en una semifinal de la Eurocopa. El fútbol nos lo debía.
Hemos ganado a Italia, la campeona del mundo, por penalties. Cuatro dianas. Dos paradones de Casillas. San Iker, le llaman. "El Santo", le llaman.
No se puede pedir más. Apoteósico.
Ga-na-do-res. Una gran felicidad. Lo digo como lo siento, después de hora y media con el corazón en un puño. Qué emoción. Qué alegría. Este año, sí.
Creo que hemos dicho adiós a una larga historia de frustraciones. Este 22 de junio no se olvidará fácilmente. Nuestro hijos, que no han sufrido como nosotros, van a heredar... otra historia. Otra época, que se abre hoy. Aunque no ganemos la Eurocopa.
1 comentario:
La verdad es que hacía tiempo que no veía a tanta gente tan contenta por los éxitos de España.
Me presento por mi blog (http://hablandomejor.blogspot.com/) El tuyo me sirvió de inspiración para crearlo. Me gustaría que entraras, sería un sueño.
Un saludo
Fernando Martín
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