jueves, 3 de junio de 2010

"SÍ O SÍ"

Me llama la atención la forma en que ha penetrado en la vida cotidiana la expresión "sí o sí". En origen, podría ser algo así como una derivación irónica del "¿sí o no?". Sin embargo, su cada vez mayor implantación en contextos laborales está incrementando su carga simbólica, su significado imperativo.
Ya no es sólo que una persona ofrezca una única opción a su interlocutor. Es más: es casi una obligación. Una especie de "no queda otra", o "por cojones" de este siglo, tan edulcorado, tan falso para algunas cosas. O sea, que hay poco margen para la reflexión en profundidad, para el análisis de otras opciones a la hora de definir comportamientos o acciones inmediatas. La cuestión es que, hoy día, no hay más alternativa que aceptar o aceptar. Que ir por ahí o ir por ahí. Sí o sí.

Lo malo es que el "sí o sí" también va penetrando en el léxico de las familias, en la relación entre padres-hijos, en la relación de pareja...

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