miércoles, 9 de abril de 2008

EL VALOR DE ESPIDO FREIRE

Admiro a Espido Freire. Sus cualidades literarias. Su preparación intelectual. Su habilidad comunicativa. Su capacidad de trabajo. Su valentía para defender el espacio que se ha ganado en el mundo literario. Está avalada, sí, por sus libros, sus artículos de opinión... pero además le echa valor. Valor para poner en marcha una oficina propia -una empresa en la que da trabajo a antiguos mileuristas (ella paga más)- y valor para dar a conocer su trabajo al público "haciendo lo que haga falta".
He visto que ayer Espido se bajó al Metro de Madrid con un montón de ejemplares de "La generación de las mil emociones- y dejó cuarenta en los vagones de las líneas 6 y 10. Un original sistema de bookcrossing y de fomento de la lectura "a pecho descubierto", es decir, cara a cara con sus potenciales lectores, extrañados, eso sí, al ver una cara conocida como la suya dejando libros así, gratis, para uso general. Bravo, Espido.

(Foto: www.espidofreire.com)

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Apreciado Fernando, sigo tu blog desde que lo iniciaste. Me gusta y comparto básicamente tus reflexiones. Te conozco desde la facultad y he seguido con interés tu digna y profesional trayectoria televisiva. Permíteme, en todo caso, que de vez en cuando, haya alguna discrepancia con algo. No dudo de que, si tú lo dices, sea admirable (subjetivamente hablando) por sus cualidades literarias, preparación intelectual, habilidad comunicativa y capacidad de trabajo. A mí, sus artículos y algún que otro libro en el que he intentado sumergirme sin éxito, me parecen un tostón considerable. Dicho sea con todos los respetos a la persona, que, obviamente, cuando ha escrito algo, su texto ya no le pertenece y está sujeto al criterio (subjetivo) del lector.
Salud y suerte.
Pierre Miró

Anónimo dijo...

Muchas gracias por el comentario.
Yo me refiero a su actitud personal. En cuanto a lo que escribe, lógicamente no puede ser del gusto de todos, como casi nadie. Ella tiene su público objetivo y capta, además, lectores ocasionales. En todo caso, como bien dices, los libros pasan a tener personalidad propia en cuanto se colocan en las librerías.
Un saludo.
F

Anónimo dijo...

Como mileurista que soy, a mí me gusta un puñao.

Anónimo dijo...

muy buena escritora. ¡un saludo, paisana, desde bilbo!