lunes, 17 de diciembre de 2007

LA VERGONZOSA REALIDAD DEL TERCER MUNDO

Unicef ha elegido esta imagen, tomada por la fotógrafa norteamericana Stephanie Sinclair, como Foto del Año 2007. Se trata de una boda entre un hombre de cuarenta años y una niña de once en Darmanda, Afganistán.
¿Nos acordaremos de esta niña sin nombre -de todas las niñas sin nombre- en algún momento (un minuto, acaso un segundo) durante la obscena Navidad de nuestro mundo rico, tan opulento, tan derrochador, tan insolidario?

5 comentarios:

Anónimo dijo...

al mundo se le debería caer la cara de vergüenz pero ya la perdió hace tiempo

Mr. Leon dijo...

Sé que se cometen actos terribles en muchos países pobres pero no creo esos actos se deban en exclusiva al estado de pobreza o de bienestar en el que se viva y mucho menos estoy de acuerdo en generalizar con una noticia de esta índole y calificar de “realidad vergonzante del tercer mundo” a un hecho o costumbre de unas pocas culturas independientemente de lo buenas o malas que sean. Es fácil sentarse en un cómodo y suave sofá y calificar o descalificar todo aquello que nos pasa frente a los ojos, estamos acostumbrados a ver el mundo de dos maneras, la buena y la mala, la desarrollada y la subdesarrollada y en esta última metemos todo lo que nos desagrada, lo que no encaja con lo que para nosotros es bueno.
Lo que mal llamamos “tercer mundo” pertenece al mundo en el que vivimos, a ese mundo multicultural en el que hay cosas buenas y cosas no tan buenas, pero ese mundo no está allá abajo, ese mundo está a nuestro alrededor al mismo nivel que el nuestro, vale que quizá no contando con la misma “suerte”, y siendo objetivos eso no necesariamente es algo malo, pero pésele a quien le pese nosotros también estamos sumergidos en él.
Ya está bien de mirar la paja en el ojo ajeno cuando no vemos la vara que tenemos en el nuestro, ya está bien de lavarnos las manos horrorizándonos con los actos de un sub mundo que calificamos y descalificamos, ya está bien de pisotear lo que desconocemos para intentar quedar como un héroe, ya está bien de esconder la basura debajo de la alfombra porque aun cuando no la veamos ésta sigue allí, en nuestro propio salón.

Fernando Olmeda dijo...

también estoy de acuerdo, aunque en este caso observo en ti una contradiccion. Criticas que se habla de Ingrid Betancourt argumentando que hay otros muchos colombianos que sufren, y sin embargo, en este caso -cuando la foto muestra la realidad profunda de Afganistan, lejos de la politica o de las incursiones bélicas- también formulas una critica.
En todo caso, el título habla de la "realidad del tercer mundo" y quizá el término tercer mundo no es el más adecuado, OK. Sin embargo, la clave del título es la palabra "vergonzante", principalmente porque debe avergonzar a Occidente, es decir, es una interpelación a los gobiernos, instituciones internacionales, etc...
Por último, tu defensa de un "hecho o costumbre de unas pocas culturas independientemente de lo buenas o malas que sean" es ciertamente arriesgada. Por esa regla de tres, ¿defiendes la ablación de clítoris?
Graciasp or tu comentario y por sumarte al debate. Todas las ideas son muy válidas, muy útiles.

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Mr. Leon dijo...

Puede que a veces no me explique bien… esto de escribir me queda grande…
Resulta quizá sino arriesgado si un poco injusto decir que la realidad de Afganistán es la realidad del tercer mundo, y resulta quizá igual de injusto decir que la realidad de algunos sectores de Afganistán es la realidad de todo un país. ¿Es que acaso sería justo ventilar que el problema de las bandas callejeras o el de la pedofilia es la realidad de España?... son problemas reales y muy crudos también pero no son "nuestra realidad" como un todo que descarta la infinitud de realidades que nos rodean, son problemas que se deben solucionar aunque me gusta más decir “debemos solucionar”. De igual forma, Afganistán no es sólo el problema de los matrimonios forzados con menores, es mucho más que eso y tú lo sabes, también sabes que gran parte de sus problemas se originan de este lado de la acera y desde una perspectiva y culturas distintas a la suya.
Me preguntas que si estoy de acuerdo con la ablación de clítoris. No creo que sea necesario responderte... Y finalmente te habrás dado cuenta que no me contradigo porque te hablo del vicio de "Occidente" de convertir la unidad en un todo, de simplificar y generalizar... "Ingrid es el problema de Colombia", "El matrimonio con menores es la lacra del tercer mundo". El poder de la palabra escrita es muy grande y es una responsabilidad gigantesca, sería bueno que se empezara a escribir no para escandalizar sino para construir.

Finalmente, gracias por entrar en mi blog y por valorar las cuatro letras que te escribo.

Leo.

Fernando Olmeda dijo...

genial, ahora sí te has explicado.
gracias de nuevo. me asomo a tu blog pronto.