miércoles, 21 de mayo de 2008

MANCHESTER UNITED, CAMPEÓN. UNA FINAL ÉPICA

¡Qué final de la Liga de Campeones!. Manchester United y Chelsea se han lanzado a ganar el partido desde el primer minuto. A tumba abierta. Se enfrentaban la mística del equipo de Ferguson y el paradigma de conjunto de "nuevos ricos" del fútbol mundial. Claro, que luego en el campo todo es diferente. Y en el campo sólo ha habido dos equipos peleando hasta la extenuación por la victoria.
Al gol de Ronaldo le ha respondido Lampard antes del descanso. Espadas en alto después de una primera mitad extraordinaria en cuanto a juego.
Y luego, la épica de los grandes partidos: los balones a la madera de la segunda parte, la sangre de los jugadores corriéndoles por la cara, la desaparición de escena de Rooney que coincide con la aparición de Abramovich en la retransmisión,la prórroga que prolonga la emoción, la expulsión de Drogba, el miedo a perder, los calambres, la lluvia torrencial... y los penalties. Sin Shevchenko.
Y ahí, el destino caprichoso: el fallo de Cristiano Ronaldo, que le ha dejado noqueado y le hecho llorar como el niño grande que es, los goles de Belleti y Anderson, que no habían corrido ni un metro porque acababan de salir al campo, la risa floja de Abramovich que parecía divertirse en plan masoquista, el resbalón del capitán Terry, que ha tenido la final en su bota derecha pero ha lanzado el balón al palo tras pisar mal con la bota izquierda... y el fallo final de Anelka.
Algunos jugadores del Chelsea van a tener difícil ganar una final. Aún más difícil van a tener olvidarlo. Su desconsuelo es total. Pero, como ya he dicho más veces, el fútbol hace justicia tarde o temprano.
Los dos equipos han merecido ganar. Al final, el Manchester United levanta la Copa de la Liga de Campeones...a las dos de la madrugada hora de Moscú. Ha sido el mejor equipo de la temporada.
Bobby Charlton encabeza al grupo de futbolistas y cuerpo técnico que sube al palco, cincuenta años después del accidente aéreo en el que pereccieron varios de sus compañeros. Giggs le sigue de cerca. Ya ha jugado más partidos que el legendario Charlton. De Ferguson, ni hablo.
Todo esto es mística del fútbol. Abramovich ha desaparecido de la retransmisión televisiva. Ronaldo ya sonríe, sigue siendo un niño grande pero ahora con un título más que eleva ¿más? su caché. ¿Y qué destino espera a las botas de Terry?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

bella crónica, amigo.¿Por qué no te dedicas al deporte?

Anónimo dijo...

Muy buena crónica, si señor...
No se te resiste nada como comunicador.
Sigue así...

Por cierto, menudo PARTIDAZO

¡Saludos...cordiales!