Ya se sabe lo delicado que es todo lo concerniente a la salud de cualquiera de los miembros de la Familia Real. Los medios suelen "hilar fino" a la hora de informar sobre cualquier intervención quirúrgica, accidente, caída, etc... que puedan sufris los Reyes, los Príncipes, etc...
En el Telediario de TVE, David Cantero abre edición dando paso a Luis Lianes, quien informa de la operación de extirpación de un nódulo sospechoso en el pulmón. Nódulo que, según los médicos que le han intervenido en Barcelona, tiene carácter benigno, razón por la cual esa operación ha sido menos agresiva de lo previsto en un principio. Hasta ahí, bien, Sin embargo, el periodista que sigue habitualmente la información de la Casa Real abandona al final su tono institucional y dice, de manera tajante: "El Rey no tiene cáncer de pulmón y no tendrá que someterse a ningún tratamiento de quimioterapia o de radioterapia". Me quedo perplejo.
Tampoco tiene desperdicio lo que ha venido después: Lianes volviendo a pronunciar la misma frase, que muestra tanto como oculta; los médicos, no sólo explicando que se ha de descartar la palabra cáncer porque el tumor no era maligno, sino eludiendo cualquier posible relación con el consumo de tabaco por el Monarca; Cayo Lara, deseando una pronta recuperacióon a Juan Carlos -asi, tal cual, no vaya a ser que los militantes de IU duden de su pedigrí republicano-; Joe Biden dando explicaciones porque ayer, cuando fue recibido por el Monarca, no sabía nada de la intervención y ha quedado en evidencia...
O sea, que el Rey tenía un tumor; que habia preocupación por que fuera maligno; que se ha mantenido en secreto hasta comprobar en quirófano de qué iba el tema; que ayer, si Biden le preguntó educadamente, el Rey probablemente respondió con una verdad a medias; y que, a veces, los líderes políticos de izquierda dicen cosas ridículas para guardar las apariencias. Menos mal que la verdad resplandece.
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