Leo en EL PAÍS la noticia sobre el desgraciado accidente sufrido por una cantautora cubana invidente, que cayó a las vías del Metro tras confundir el espacio entre vagones con la entrada a uno de ellos.
Veo las fotos de Danays Bautista e imagino qué tiene que significar para ella la amputacion de su brazo izquierdo.
Me llama la atención uno de los titulares: "Tienen que salvarle el brazo, la música es su vida", dice su esposa. La mención del estado de ánimo de Vicky -se llama así- me transmite ternura, emoción, realismo. Y además, por una vez, Vicky no es su "amiga", ni su "compañera", ni su "compañera sentimental"... Es su esposa. Una mujer que llora la tragedia y a la vez se culpa del accidente por no haber ido a buscar a la persona que, a esta hora, se enfrenta a una nueva vida.
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