FNAC de Plaza de Catalunya. Una doce de autores en una mesa larga, separados del público por una cinta de seguridad. Como animales en zoológico, o como pescado fresco del Mercadona. ¿Pescados... o pescaderos? Porque Andreu Martin vocea sus libros como si estuviera en La Boquería. Quizá lo necesita, no como Juan José Millás y Ángela Becerra, que no levantan la vista porque no paran de firmar. ¡Horror! Bucay, al fondo. Por eso había tanto mogollón en esa zona. Las adolescentes me hacen fotos, les sonrío, pero no viene ninguna con libro. Contesto a una reportera del programa "Condición femenina" de Canal Català TV sobre... las relaciones de deseo y sexo entre lectores y autores. Cuelo el título de mi libro en una respuesta. No pega ni con cola. Al fin llega mi oportunidad. Se acerca un joven con el pelo lleno de pintura, un mono de trabajo lleno de pintura y las manos llenas de pintura. Esas manos sujetan delicadamente... "Contraseñas..." Le regalo la mejor dedicatoria que se me ocurre. Es un lector que vale por mil. Me voy sorteando fans (de los demás, no míos) y puestos de rosas (tres-cuatro euros la unidad). Antes de coger un autobús urbano con lámparas y asientos reclinables, me cruzo con Leandro de Borbón, y después con LeoBassinarizdepayasohagoloqueseaparallamarlaatención.Son las siete y llego a El Corte Inglés de Diagonal. Me cruzo con Leandro de Borbón acaba de terminar su firma de libros. Encuentro los míos... en un carrito de supermercado, listos para ser colocados.
A mi derecha, María Antonia Iglesias (¡la admiramos mucho!, ¡hace falta gente como usted, que no se calle!, ¿en qué tele está ahora?) y a mi izquierda, Nativel Preciado (¡la escucho por la radio!, ¿eres la de la radio, verdad?, ¡te escucho todos los días!).
Una señora que se llama Benita trae una bolsa con seis libros de Nativel para que Nativel se los firme. El sol da de frente en la cara. Menos mal que me entrevistan para no se qué revista.
En un tranvía en el que suben ciclistas con sus bicis llego a FNAC Illa. Me cruzo con Leandro de Borbón, que se ha quedado, el muy avaricioso, con los últimos paseantes interesados en comprar libros... para regalar. Me compro una consola Nintendo antes de ir al aeropuerto. Temo encontrarme con Bucay. Almudena Grandes tiene cara de cansada. ¿Por qué será?.
1 comentario:
El arte auténtico que sale del corazón, las mentes y almas privilegiadas y exclusivas en sus múltiples facetas (intelectual, moral, ética, espiritual, ultraterrenal... en fin...), los restaurantes exquisitos o los creadores exclusivos (estos, normalmente, excepto si han participado de la feria de las vanidades, la publicidad, la fama, el juego del protagonismo, y llevan orígenes y nombres tan sonoros y pegadizos, cual famoseo del mundo vip, como ferrán, agata, nati, coehl..., bucay, luci etxeb...¡guau!, gala... En fin, la jungla dominante en este país de mentirosos, de apariencias, de superficialidades, de enchufismos... Vosotros, sin embargo, estáis al alcance de muy muy pocos, tan exclusivos como el pintor, como intelectuales discretos, como escritores y periodistas como vosotros, los que no cumplís las reglas del juego de esta sociedad.
Te vi paseando por las Ramblas. Estabas allí, sonriente. No pude parar porque iba con los niños. Pero me gustaría leer el libro. Enhorabuena.
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