Como he comentado en el post anterior, hoy he sido citado en el pleno del Senado que ha debatido sobre el presente y el futuro del Valle de los Caídos. El Grupo Parlamentario Entesa Catalana de Progrés ha presentado una moción por la que se instaba al Gobierno a derogar el Decreto-ley de 23 de agosto de 1957 (por el que se estableció la Fundación de la Santa Cruz del Valle de los Caídos) y a adoptar una nueva disposición conforme a la Ley 52/2007, de 26 de diciembre, es decir, la Ley de Memoria Histórica. Al final, se ha aprobado una enmienda del Grupo Socialista (el PP ha votado en contra) a esa moción.
En su defensa, el senador Joan Josep Nuet Pujals ha leído un párrafo de mi libro "El Valle de los Caídos. Una memoria de España": "Todo sigue igual en el conjunto monumental. No ha habido cambio alguno en su régimen de funcionamiento, ni siquiera ha sido retirado el enorme escudo franquista labrado en la exedra, el primer elemento que atrae la atención del visitante cuando sube por las escalinatas hasta la explanada...". Ha afirmado que el libro "describe muy bien lo que está pasando".
El senador Pedro Torres Torres, del Grupo Mixto, ha mencionado unas declaraciones mías a la Agencia EFE en abril de 2009, cuando se cumplió el cincuenta aniversario de la inauguración del monumento. El parlamentario ha recordado lo que dije entonces: que "la enorme carga simbólica del monumento siempre ha provocado que los españoles nos acerquemos con el corazón más que con la cabeza al monumento, entre otras cosas, porque durante cuarenta años hemos estado recibiendo información de dicho monumento a través del NO-DO y desde la perspectiva del régimen franquista", y que "tanto el monumento como la sociedad española merecen soluciones de futuro, como la instalación de un museo que cuente su historia".
Dejando aparte sus argumentos políticos e ideológicos, en los que no entro, valoro negativamente la intervención del senador del PP Juan Van-Halen. En su intervención, y para contrarrestar los argumentos del resto de grupos parlamentarios, ha dicho: "...los españoles tenemos cada uno una religión propia y cada uno una historia propia, pero yo no cito a un periodista, yo cito a Paul Preston, historiador inglés, y cito a Daniel Sueiro, que tiene un libro que les recomiendo -no es sospechoso de ser de derechas, titulado La verdadera historia del Valle de los Caídos". Lamento que el señor Van-Halen no haya tenido el más mínimo interés en revisar mi libro, un trabajo que, por cierto, nunca ha recibido una crítica ni desde los medios de derechas ni por parte de las asociaciones vinculadas al Valle de los Caídos ni por la comunidad benedictina. Vaya, será porque consideran que se trata de un libro serio y documentado.
Ha dicho el senador popular que "cita" a Paul Preston. Citar, ha citado su nombre, dede luego, porque, que yo sepa, Preston prácticamente no se ha ocupado del Valle en sus trabajos. Ha citado también a Daniel Sueiro, cuyo libro usé como fuente. Lo que pasa es que el libro fue publicado... ¡en 1976!, es decir, hace ¡treinta y cuatro años!. Que siga siendo dogma de fe un libro de indudable valor testimonial pero que se ha quedado viejo y ha sido superado por la aparición de nuevos datos y documentos sobre el Valle demuestra la cerrazón mental de Van-Halen y compañía, y las pocas ganas de actualizar conocimientos. Ha usado tres o cuatro datos de difícil defensa, como que "no hubo nada más que diez muertos en los dieciocho años que duraron las obras." ¿Sería capaz de probarlo, señor Van-Halen?
Lo lamento. La historia es la historia, como usted mismo ha dicho, estimado senador popular. De verdad, le invito a que lea mi libro, como han hecho algunos de sus colegas, a quienes agradezco las menciones de hoy.
1 comentario:
Felicidades, Sr. Olmeda, por su libro y por su defensa del rigor frente a la demagogia, de la seriedad y la convivencia frente al pachangueo político del PP y su estrategia de dividir España.
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