Resumir en pocas palabras "Balada triste de trompeta" sería cometer una injusticia hacia la última película de Álex de la Iglesia, dada la cantidad y variedad de elementos argumentales que incorpora, los guiños a la historia de España y la sucesión de lecturas simbólicas en diferentes planos. En fin, un trabajo personal y complejo -acaso una obra mayor del cineasta- que no deja indiferente, y que, una vez digerido, proporciona una extraña sensación de satisfacción y de admiración. A mí me parece que necesitamos creadores como Álex en este país tan amuermado.
Sé que consultó mi libro "El Valle de los Caídos. Una memoria de España" para documentarse a la hora de ambientar las secuencias que se desarrollan en el monumento, cosa que agradezco. Cuelgamuros aparece en varias ocasiones, y creo que ha sabido aprovechar con habilidad y eficacia un recurso argumental y estético que estaba ahí, y que nadie se había atrevido a usar. Y está aprovechado de maravilla, con enorme fuerza narrativa, sin pretensión de molestar a nadie, creo. El desenlace es simplemente espectacular. Puro cine.
1 comentario:
Felicidades, ya tengo ganas de verla para ver qué tratamiento da al Valle.
Un fuerte abrazo
MAH
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