lunes, 29 de septiembre de 2008

EL DESTINO DE JULIO

Julio es de Cochabamba. Lleva año y medio en España trabajando como pintor en la construcción. Es buen pintor, pero no tiene ni papeles ni contrato. Mariana, su esposa, cuida a un anciano por la noche. Con el bebé de ambos (español, porque nació aquí)se queda una compatriota boliviana, haciéndole un gran favor porque entra a trabajar a primera hora en una casa y por la tarde sigue trabajando en otra y llega por la noche, y además su marido está en el paro. Ninguno tiene papeles.
Julio lleva también unos meses sin empleo, ya se sabe, los efectos de la crisis en la construcción. Hace unos días, encontró un trabajo eventual, pero imprescindible para poder seguir viviendo en España, en un piso compartido y con un bebé que alimentar.
El primer día de trabajo era el jueves. Pero no llegó a la obra. Durante dos días, Mariana y sus amigos han estado buscándole. Bueno, más bien no, porque como no tienen papeles no pueden entrar a preguntar a una comisaría. Otro boliviano con papeles ha tratado de seguir el rastro de Julio, pero su nombre no aparece por ningún lado. Han sido dos angustiosos días, sin noticias del desaparecido.
Ayer, Julio ha telefoneado... desde Cochabamba. Iba tan contento a trabajar cuando fue detenido por la policía a la entrada al Metro. Como no llevaba papeles fue devuelto a su país de modo fulminante. Con lo puesto. No pudo avisar a su esposa.
Ahora, Julio está en su país, y Mariana no sabe qué hacer. Pero sin él y sin su sueldo no puede sobrevivir.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me ha resultado doloroso leer esta entrada. Yo tengo un hijo pequeño y no me puedo imaginar la desesperación de este hombre cuando lo expulsaron como a un perro de nuestro país. Sin poder despedirse siquiera de su mujer e hijo. Que asco de país. Que dormidos estamos. Que pena más grande.