domingo, 13 de mayo de 2012

EN SOL EL 12M #12m15m







5 comentarios:

Virginia dijo...

¿Dónde está Tirso de Molina?
Tirso de Molina es mi estación de metro más cercana y corresponde a la línea que utilizo habitualmente para mis desplazamientos.
Tirso de Molina es, también, la estación que ha desaparecido de mi rutina diaria desde el 16 de mayo de 2011, día en que visité Sol por vez 1ª y, especialmente, desde el día 17, fecha en la que me enganché a esto del 15M después de compartir una jornada casi mágica con personas que nos mirábamos con pudor, con sorpresa, con ilusión, con emoción, con tanta emoción que se vieron lágrimas furtivas esa noche en la plaza.

Virginia dijo...

Luego llegó la acampada, esa microciudad que cambiaba y crecía cada día, que acogía ciudadanos nuevos, hambrientos de justicia social y llenos de conciencia ciudadana; y, con la acampada, comenzaron mis excursiones: desde casa al trabajo pasando/parando en Sol, del trabajo a Sol porque ya habrá tiempo para pasar por casa más tarde, más las visitas accidentales, las no programadas (me pilla de paso, o no, pero voy igualmente), porque la plaza me llamaba -cual sirena a Ulises-, porque hacían falta rotuladores, porque se recogían firmas para …….,porque se hablaba de ……, porque se esperaba nos visitase……, en definitiva, porque no existía sitio mejor donde estar o al que ir en toda la ciudad, y, en consecuencia, la estación de Tirso desapareció.
No la recuperé, tampoco, cuando abrimos horizontes hacia los barrios y los pueblos. Me instalé, provisionalmente, en Austrias con tímidas incursiones a Lavapiés, a Letras, a Arganzuela y con planificadas excursiones a media pensión a Malasaña, Chamberí y Tetuán porque, era tan sumamente difícil elegir; elegir teniendo que renunciar a todo lo demás, cuando todo lo demás era igualmente bueno o superior si cabe.
Mucho menos cuando empezaron a andar los grupos de trabajo y comisiones, lugares (maravillosos) de perdición para parásitos como yo, ávidos de respirar aromas revolucionarios "puros" sin contaminantes emanados de partidos, sindicatos, agrupaciones,etc., donde se decían "despacito" grandes verdades explicadas para todas, de todas las edades, de todas las culturas, con palabras inclusivas, con cariño, con respeto, organizadas en nuestra propia desorganización, incluyéndonos a todas con o sin capacidades diferentes.
Y Tirso seguía desaparecida.

Virginia dijo...

Grandes convocatorias, citas multitudinarias, grandes recibimientos a las que venían de un poco más lejos, en largas caminatas, hermanadas, amigas, nadie sola aunque lo estuviéramos de hecho; muchas ganas, calor, fuerza, mucho ruido, mensajes directos, verdades indiscutibles. Bonito Madrid esos días, bonito, seguramente, hasta para los que nos miraban desde fuera sin atreverse a llegarnos.
Imaginación y creatividad desbordadas en pancartas, textos, canciones, performances., en colores, en propuestas, hasta en los inesperados cambios de rumbo en las manifestaciones .
Pero Tirso volvió, un día, a los planos de mi metro (de momento mi metro), un día triste en el que las críticas, las maledicencias, los rumores, los bulos, los malos medios manipulados y manipuladores, en su campaña de descrédito, me ganaron en su batalla. Aparecieron las dudas, las críticas. las sospechas. las preguntas que nadie podía/sabía responder: ¿quién hay detrás?. ¿quién nos manda o nos desmanda?. Afortunadamente fueron unos pocos días de retirada, de alejamiento, de descanso, de tomar distancia para valorar desde la distancia (y que no valga la redundancia porque la repetición es intencionadísima) lo que había pasado, estaba pasando y amenazaba muy seriamente con seguir pasando. Y el resultado superaba el notable, con creces.
Detrás de nosotras había…………… más de nosotras. Puede que alguna confundida, equivocada o despistada pero "de nosotras".

Virginia dijo...

Reflexionamos juntas para enfrentarnos a la pantomima electoral, desobedecimos juntas y ganamos. Ganamos en dignidad, en coherencia, en cohesión.
De nuevo a las asambleas, las frias calles, las acciones, cabalgatas, los centros sociales autogestionados , el 15M news, las propuestas, las urnas, la consulta sobre el agua, las firmas, la revolución en definitiva. Una revolución chillona que camina a pasos cortos, que enamora, educa, contagia y asusta.
Y, creo que, por ese “susto”, por ese miedo tan primitivo, tan filogenético, a algo que tiene que ser, y tiene que SER ineludiblemente, sin posibilidad de escapatoria aunque lo intentes, seguimos (sigo) mirando/admirando desde una media distancia cómo evolucionábamos y hacia dónde, sin decidir involucrarse (involucrarme) realmente. Aunque sí somos (soy) consciente de la inmensa generosidad de las que estáis construyendo nuestro nuevo mundo. Aunque tengamos (tenga) claro que hay que ESTAR para poder SER.
Pasa el tiempo, pasa el año, el cansancio de las que estáis comienza a evidenciarse. El trabajo sucio, subterráneo de los que intentan minarnos, tal vez, tenga algo que ver también en el hecho de que son notables las ausencias, se reduce el número de asistentes y participantes, especialmente en las asambleas de barrios (las más tocadas, según creo, porque han adolecido, algunas, de exceso de YOS).

Virginia dijo...

La cercanía del aniversario nos inyecta (no sólo los bancos reciben inyecciones) nuevas energías y se plantea un programa –redondo- de actividades para celebrarlo, para reconquistar voluntades (porque las simpatías no se perdieron nunca) , para lucir, para lucirse. Para lucir orgullosas todo lo que se ha aprendido, todo lo que se ha trabajado, la madurez adquirida, el crecimiento brutal experimentado por todas en sólo un año en respeto, en saberes y en poderes. Y, así ha sido redondo y rotundo. Magistrales exposiciones y, digo magistrales, con intención, participación, ganas, valiosísimas iniciativas que ya no propuestas o si se quiere propuestas que han echado también a andar (porque mira que se anda en esta historia), ganas, compañeras, vecinas, personas, rostros felices hablando el mismo idioma, respirando en la misma dirección.
¿Críticas?. Por supuesto. Cada una de nosotras ya sabe, cada una de nosotras es su mayor crítica. ¿Algún apunte? Somos malísimas cacerolistas, impuntuales generalmente, propensas a los “enroques” y, aún, un punto inocentes (afortunadamente).
Yo ya no quiero seguir mirando, quiero más, al fin y al cabo sólo me ha costado un añito.
Olvidada definitivamente de Tirso ya que Sol es mi nueva parada, por si están las compañeras de PuntoSol, el cordón umbilical del movimiento, por si los veteranos se han dejado caer, por si se me ha escapado alguna convocatoria, o porque sí, sin razones más que la propia propensión a VOLVER A CASA, porque Sol es mi Twitter, quiero daros las gracias a todas, a las que sois visibles, a las que aún no, desde el corazón. Gracias a Carlos, mi interruptor, aunque él no lo sabe.
Este mundo sí.