martes, 19 de junio de 2007

LINCHAMIENTO MEDIATICO

Hace unos días, era un asesino frío y calculador, capaz de urdir un plan para matar a sus padres y a su hermano en venganza por el trato recibido durante su infancia y adolescencia. Los medios se hartaron de decir que asestó cien puñaladas a su familia como forma de aplacar su rencor, como forma de liberar el animal que llevaba dentro.
Ahora resulta que Rodrigo Barrio (ahora los medios son muy pudorosos y dan las iniciales R.B., cuando se hartaron de llamarle por su nombre) ha sido puesto en libertad por orden judicial y a petición de la Fiscalía, al no apreciar justificación para que permaneciese en el centro de menores de Valladolid donde estaba siendo valorado por psicólogos y educadores. Con el final de los interrogatorios y de las medidas cautelares contra el "supuesto parricida", volvemos al punto de partida en un caso que probablemente nos tenga reservadas más giros inesperados. Si la policia no tiene pruebas fehacientes contra él, y si resulta no ser el desalmado asesino que construyeron los medios de comunicación sin prueba alguna (porque el sumario es secreto y sólo ha habido filtraciones) ¿quién le devuelve la dignidad perdida? ¿Quién nos garantiza que el muchacho, huérfano y solo para empezar a hablar, no ha perdido la cabeza definitivamente después de lo que ha vivido en los últimos días?
Y si fuera el asesino, porque existen pruebas que no han sido dadas a conocer, ¿por qué no nos acordamos de que una persona es inocente mientras no se demuestre lo contrario? ¡Qué vergonzoso linchamiento mediático!

No hay comentarios: