Dejo para el final del día la entrevista de EL PAÍS a Antonio y Rosa, los padres de Enaitz Iriondo, el joven atropellado mortalmente en La Rioja en agosto de 2004.
Ya sabes, el caso que ha visto la luz por la demanda que ha interpuesto el conductor, quien reclama a los padres del fallecido y a la aseguradora 20.000 euros por los daños que sufrió su Audi A8 en el accidente y por el alquiler de un vehículo de sustitución. La pareja ha logrado su objetivo de dar a conocer el caso, porque sus teléfonos no paran de sonar: se han lanzado sobre ellos como buitres determinados programas "de testimonio" de las televisiones de todo el país.
"Dime que vendréis, por favor", suplica a Rosa Trinidad la productora de un conocido espacio televisivo matutino.
"Vale, iremos, pero nos tenéis que tratar bien. No queremos que esto se convierta en un reality show", contesta.
Hago mía la reflexión de Manu Marlasca en su blog www.marlascarendueles.com, una bitácora imprescindible para los interesados en el mundo del crimen y la delincuencia, entre otras cuestiones:
"Los padres de Enaitz, Antonio y Rosa, cuentan que están desbordados por las llamadas de todos los medios y que, al fin y al cabo, era eso lo que querían, hacer ruido. Pero también dicen que algún programa de televisión les ha ofrecido dinero para que acudan a su espacio. Naturalmente, dicen, ellos no aceptan pago alguno. Un ejemplo de dignidad la de los padres y de inmoralidad la de las televisiones. Todavía, hay algunos que creen que a la vida de un hijo se le puede poner precio. Para arreglar un coche o para llevar a plató a los padres".
Cuánta razón tienes, Manu. Tú y yo lo sabemos bien.
3 comentarios:
Gracias, una vez más, hermano.
le television es inmoral por naturaleza, y mucho mas los programas realiti, no los soporto.
que paguen dinero no es nada nuevo.
acertada reflexion. elblog de marlasca es genuino de un sabueso de sucesos. desde siempre me gustan sus libros y sus rpeortajes en interviu
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