Circula estos días un correo-e que ridiculiza a los artistas que han grabado casettes que solemos ver a la venta en gasolineras y bares de carretera. En este presunto "top friki" (habría que ver a cualquiera de nosotros en lugar de esos cantantes), el autor o autora del correo -que yo también he recibido en mi Yahoo- incluye a José Ángel, sobre cuya canción "Soy cristiano homosexual" escribí en mi libro "El látigo y la pluma". Homosexuales en la España de Franco". El autor o autora del correo se mofa del aspecto de José Ángel, de su ropa, del decorado, con frases que van mucho más allá de la pura homofobia. Para mí, descojonarse del jarrón o de su peinado es, simple y llanamente -como diría Rajoy- despreciar al ser humano en su conjunto. Teniendo en cuenta, además, que la letra de la canción dice cosas como éstas, que a mí me parten el corazón, conociendo como conozco que significó la persecución legal y la discriminación social de los homosexualesde durante el franquismo:Quiero decir, a todo el mundo,
especialmente a aquellas personas que nos marginan,
que nosotros los homosexuales somos personas como ellos verán.
Que no somos animales venidos del infierno.
Que ya llevamos en la vida una cruz muy grande
para que sobre ella nos tachen de retrasados.
Que piensen por un momento en la posibilidadde tener un hijo homosexual.
Mi intención no es insultar,
sino que me acepten como a una persona más.
Por eso mi canción dice:
Madre, soy cristiano...homosexual.
Menos mal que hay gente sensible y sensata como Alfonso Saborido, que pone la cuestión en sus justos términos en el último post de su blog http://36norte6oeste.blogspot.com/. Muy recomendable, sobre todo para socialistas, cristianos y andaluces. Bravo, Alfonso.
1 comentario:
Muchas gracias, ¿qué habrá sido de este hombre?
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