jueves, 3 de enero de 2008

THE KILLING OF JOHN LENNON

Me alegro mucho de que los críticos neoyorquinos hayan puesto a caldo "The Killing of John Lennon", el docudrama que aborda el asesinato del integrante de The Beatles desde la óptica de su verdugo, Mark David Chapman. Se estrenó ayer, y según The Hollywood Reporter, "carece de la profundidad que pudiera justificar su existencia". Con eso está dicho todo. La publicación añade que Andre Piddington, su director, "trata de mostrar el estado mental de Chapman con eficientes recursos estilísticos, aunque el planteamiento del guión sigue dejando muchas dudas sobre el hombre que disparó a bocajarro contra Lennon. Parece que del bodrio sólo se salva el actor Jonas Ball, quien, con sus expresiones faciales y monosílabos, proporciona un cuadro aterrador del asesino. "Una decepción total" para The New York Times. "Con su grandiosidad, su narcisismo, sus alucinaciones y sus bruscos cambios de ánimo, Chapman aparece como un estúpido del que uno huiría a los pocos minutos de entablar una conversación con él en un bar", ha escrito Stephen Holden, crítico del diario.

Viví mi infancia y mi adolescencia con la música de The Beatles. Aún conservo toda la colección de vinilos, incluso rarezas, que en los años 70 ya existían. Iba a comprar los discos a una pequeña tienda de la calle Príncipe de Vergara (¡¡¡entonces general Mola!!!) que se llamaba y se llama Melodie. También leía y coleccionaba la columna "Luqui Yeah" que publicaba el malogrado Joaquín Luqui en Diario 16.
Nunca olvidaré el asesinato de John en Nueva York el 8 de diciembre de 1980. Tenía dieciocho años, quería ser periodista y pensé que nunca podría entrevistar a mi ídolo por culpa de un perturbado. El recuerdo de aquel día aparece en mi novela "Contraseñas íntimas", y define a uno de los personajes de la trama, el joven Tobías Polo.
Chapman se convirtió en uno de los personajes más odiado por mi generación. Creo que no merece una película, creo que los docudramas suelen ser un producto comercial de baja calidad, creo que sólo merece, como la mayoría de asesinos, que un manto de silencio ahogue su persona y su vida, y todos nos olvidemos de él. ¿A estas alturas, una película sobre Mark David Chapman?

Ya hablaré un día de estos del reportaje sobre Jaime Jiménez Arbe "El solitario"
-firmado y protagonizado por Matías Antolín- del pasado fin de semana en EL MUNDO.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me encantó Contraseñas intimas.
Recuerdo el capitulo de la muerte de JOhn, como lloraba el protagonista, agarrado a sus discos e impotente ante la noticia. ¿Es autobiografico?
Bueno, bromas aparte, enhorabuena por la novela, tiene un final apoteosico, propio de novela de misterio.