"Al ritmo con que matan a los periodistas en Irak, muy pronto tendrán que ir ustedes mismos a buscar la información". Es el eslogan de la campaña que ha lanzado Reporteros sin Fronteras para denunciar el asesinato de periodistas en Irak. En mi libro "Gerda Taro, fotógrafa de guerra. El periodismo como testigo de la historia" abordé extensamente esta cuestión, con datos actualizados hasta diciembre de 2006. Ahora llegan los datos de 2007. Según RSF, 86 reporteros fueron asesinados en todo el mundo en 2007. Más de la mitad, en Irak. Desde marzo de 2003, en torno a doscientos periodistas han perdido la vida, entre ellos los españoles José Couso y Julio Anguita Parrado. Más que en Vietnam, en Argelia o en la antigua Yugoslavia.
Lo relevante de 2007 es que, salvo uno, todos los periodistas muertos eran de nacionalidad iraquí. La mayoría trabajaban en medios del país y fueron asesinados deliberadamente. Según RSF, los grupos armados han tomado como blanco tanto a los periodistas de medios cercanos a corrientes religiosas rivales, como a los que colaboran con prensa extranjera o se financian desde el exterior. La organización denuncia que una de las pocas propuestas de las autoridades iraquíes para garantizar la seguridad de los informadores ha sido... permitir que los periodistas vayan armados.
En 2008, además de las muertes violentas de periodistas (la práctica totalidad son asesinatos y muchos quedan impunes), el ejercicio de la libertad de expresión se enfrenta a retos como los secuestros, las detenciones y encarcelamientos, y la censura en Internet.
Datos completos en www.rsf.org
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