Ya ha comenzado, en la isla indonesia de Bali, la conferencia de Naciones Unidas sobre el cambio climático donde los gobiernos del mundo entero DEBERÍAN trazar las grandes líneas de un futuro acuerdo planetario para limitar la catástrofe natural anunciada por los científicos. La cita, que durará hasta el 14 de diciembre, aspira a lograr una 'hoja de ruta' para las negociaciónes que prolongarán el Protocolo de Kioto sobre la reducción de gases causantes del 'efecto invernadero', responsables del calentamiento de la atmósfera terrestre.
La conferencia de Bali se celebra cuando las emisiones mundiales de gases con 'efecto invernadero' alcanzan niveles récords. Los científicos recomiendan reducirlos a la mitad de aquí al año 2050 (un 80% en los países industrializados) para limitar el recalentamiento global a dos grados y mantener la Tierra como un planeta manejable.
2 comentarios:
Ecologistas en Acción sostiene que, la Cumbre del Clima de Bali que comienza hoy, debe establecer unas bases ambiciosas en la lucha contra el cambio climático a partir de 2012. Kioto fue un pequeño paso, pero es esencial y perentorio fraguar medidas de mayor calado para evitar para evitar un cambio climático catastrófico.
La humanidad tiene diez años para construir un nuevo futuro. Ese es el plazo que dan los científicos para evitar que la concentración de Gases de Efecto Invernadero en la atmósfera comience a disminuir. De no ser así, la temperatura media del planeta subirá más de 2ºC por encima de los niveles preindustriales, y los efectos del cambio climático serán mucho más graves.
Para Ecologistas en Acción es necesaria una reducción de emisiones del 40% para el año 2020 y de 85% para mitad de siglo (respecto a 1990), por parte de los países más industrializados para conseguir el objetivo citado. Estos países (entre los que se incluye España) son los responsables históricos del problema, tanto por las emisiones realizadas como por la creación del modelo de desarrollo que ha conducido a él.
Por tanto, el ya famoso Mandato de Bali deberá incluir un reparto de responsabilidades diferenciado y justo, con un nuevo mecanismo de funcionamiento que garantice una distribución equitativa de las emisiones por habitante y el exigible desarrollo de los países empobrecidos. No se puede obviar que, mientras que un ciudadano europeo emite 10,5 toneladas de CO2 cada año, uno chino emite 4 toneladas al año (por no hablar de las 20 toneladas de un estadounidense).
Sintetizando: son necesarios límites obligatorios de emisiones para los países más industrializados, acuerdos voluntarios de emisiones para los países emergentes, fomento de la lucha para evitar la deforestación, y transferencia de tecnología limpia a bajo coste, así como ayudas para adaptarse a los efectos del cambio climático para los países empobrecidos.
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