jueves, 17 de abril de 2008

EL AGRIDULCE OFICIO DE INFORMAR EN ZONAS CALIENTES DEL PLANETA

Fadel Shana, de 23 años, cámara de Reuters, murió este miércoles en lo que residentes locales dijeron fue un bombardeo aéreo israelí en la Franja de Gaza. El vehículo en el que se trasladaba se detuvo. Shana estaba saliendo cuando la explosión acabó con su vida y la de dos transeúntes. El ayudante de sonido Wafa Abu Mizyed salió ileso.
Hoy he visto su coche, que llevaba escrito en inglés "Televisión" y "Prensa" en un lugar bien visible, y he recordado a todos los reporteros que se han dejado la vida en los conflictos de los últimos años. Desde luego, los occidentales, pero también los periodistas locales, los más expuestos, los que más riesgos corren porque son los que se quedan cuando la "manada" de enviados especiales regresa a casa.
El editor en jefe de Reuters, David Schlesinger, pidió una investigación sobre el incidente y dijo: "Este trágico incidente muestra los peligros a los que los periodistas se enfrentan a diario para informar. Todos los gobiernos y organizaciones tienen la responsabilidad de hacer lo que puedan para proteger a los profesionales que intentan hacer su trabajo".

Por otro lado, el Ejército de Estados Unidos ha puesto en libertad, según había anunciado, al fotógrafo iraquí de la agencia Associated Press Bilal Hussein, premio Pulitzer 2005, al que mantuvo encarcelado durante dos años sin cargos por sus supuestos vínculos con grupos insurgentes. La semana pasada, las esperanzas de una pronta liberación de Hussein, de 36 años, se vieron frustradas ante la constatación de que EEUU parecía dispuesta a ignorar la amnistía otorgada por un comité jurídico iraquí.
El 9 de abril —exactamente, tres días antes de que se cumplieran dos años desde la detención de Hussein—, cuatro jueces iraquíes establecieron que su caso se acogía a la nueva ley de perdón que entró en vigor en febrero, auspiciada por las presiones de EEUU, y exigieron la puesta en libertad "inmediata" del reportero.
En noviembre de 2007, el Ejército de EEUU puso a disposición de la Justicia iraquí al detenido, al que acusó, sin concretar los cargos, de ser "un infiltrado en Associated Press". La agencia ha negado en repetidadas ocasiones las acusaciones de los militares. En un comunicado, el Comité para la Protección de Periodistas afirma estar "entusiasmado" por la noticia y se felicitó por que "la odisea de Hussein ha terminado y ahora es un hombre libre".
El fotógrafo iraquí se suma ahora a una lista creciente de periodistas detenidos por el Ejército de EEUU en zonas de conflicto, confinados durante periodos prolongados y puestos en libertad sin que se hayan presentado cargos o se haya probado su participación en hechos delictivos.

No hay comentarios: