Que anulen un gol al Bayern.
Que su artillería de estrellas tenga la pólvora mojada.
Que Braulio se resbale cuando está solo ante Kahn.
Que vuelva a despistarse en una dejada de tacón.
Que aguante las embestidfas del pentacampeón europeo con un coraje y una valentía numantina... es un espectáculo épico.
Claro, que en la épica del fútbol... también está la suerte de los equipos grandes. Al final, marcan. El Bayern marca el empate en el minuto 88, y ahora, media hora más de juego.
La prórroga es mucha tela para un equipo que lleva desde el minuto 5 con diez jugadores.
Agotados los cambios, agotado el equipo... vamos a ver.
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