Khieu Sampan, presidente de Camboya durante el régimen de los Jemeres Rojos, ha sido detenido hoy por la Policía por su implicación en el genocidio que acabó con la vida de al menos dos millones de personas. Fue la imagen pública del régimen desde 1975 a 1979. Al más puro estilo de los más crueles genocidas de la historia, Sampan -que ahora tiene setenta y seis años y padece problemas de salud- siempre dijo que "nunca tuvo nada que ver con los órganos represores" del régimen de Pol Pot. Ahora será juzgado por un Tribunal formado por magistrados camboyanos y auspiciado por Naciones Unidas. Probablemente será acusado de crímenes contra la humanidad. Esta actuación policial es la última de las llevadas a cabo contra la cúpula de los Jemeres Rojos.
2008 será un año decisivo para la memoria histórica de los camboyanos.
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