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Conviene recordar. Recordar que Ricardo Ortega falleció en Haití el 7 de marzo de 2004. Van a cumplirse, pues, seis años. Una bala le hirió de muerte durante un tiroteo cuando informaba sobre la crisis política en el país caribeño. Había ofrecido su servicio profesional a Antena 3 TV, cadena de la que había sido corresponsal en Nueva York. Sus informaciones sobre la guerra de Irak se distinguieron porque llamaba a las cosas por su nombre... Había cubierto conflictos armados como los de Chechenia, Afganistán o Bosnia. Compañeros de profesión le recuerdan como un hombre erudito pero sencillo, discreto pero carismático, valiente pero no temerario. Muy vocacional. Generoso y noble de carácter.
Sé con certeza que algunos de sus íntimos se han acordado mucho de Ricardo estos días. Haití les da mal rollo. A su familia también, imagino. Escuchar "Haití", "Puerto Príncipe", "enviado especial", "violencia en las calles", "descontrol" o "soldados americanos" les habrá llenado de tristeza. Quizá hayan brotado lágrimas de rabia por las injusticias del destino. Lágrimas de pena por su mala suerte.
Si una bala (¿perdida?) no hubiera alcanzado su cuerpo, quizá Ricardo Ortega habría estado ahora contándonos la tragedia haitiana al mismo nivel que los mejores.
3 comentarios:
Emocionante.Es cierto,la memoria es debil, nadie recuerda nada. Al pobre Ricardo la vida le trató mal de manera inmerecida. Pero queda en los corazones de sus amigos y su familia, seguro.
Bonito recordatorio para tiempos desmemoria.
GRACIAS FERNANDO, DESDE ALICANTE, PATRIA CHICA DEL GRAN RICARDO.
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