Antonio Rodríguez firma en "Tiempo" un reportaje titulado "El ocaso del Valle de los Caídos", en el que acerca al lector la situación actual del monumento emblemático de la dictadura franquista, cuya historia reconstruí en "El Valle de los Caídos. Una memoria de España".
Es un texto interesante, porque aborda el deterioro del conjunto arquitectónico y las peticiones de exhumación de cuerpos, aunque no profundiza demasiado, por la limitación de espacio derivada del diseño de la revista. El autor ha incluido un par de declaraciones mías sobre el tema, tan solo una pequeña parte de la conversación que mantuvimos por teléfono. Defiendo el legitimo derecho de los familiares a recuperar los restos de sus seres queridos -si fueron trasladados sin autorización- y mantengo que, en todo caso, se trata de una minoría frente a la mayoría de familias no interesadas en la cuestión. También defiendo la instalación de un museo o centro de atención al visitante que dignifique el lugar.
Por cierto, la cifra de 15.000 cuerpos sin identificar que menciona el periodista es una mera especulación sin base alguna, porque ningún estudioso que haya tenido acceso a los libros de registro los ha contado uno a uno -ni siquiera yo-. No hablao ya de la cifra "marciana" de 40.000 cuerpos sin identificar que ha aventurado el diputado del PP Jorge Fernandez Díaz.
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