Rescato los párrafos sobre Álvaro Pombo que incluí en "El látigo y la pluma" (Editorial Oberon 2004, todavía en algunas librerías como Berkana), al hilo de sus
declaraciones sobre el franquismo, difundidas tras recibir el Premio Nadal.
Es la síntesis de la conversación que mantuve en su domicilio de Madrid, donde me recibió amablemente. Una evocación sincera y sobrecogedora entonces, y que ahora cobra interés. Están en el capítulo 7 (páginas 131 y 132):
«Álvaro Pombo, santanderino de familia acomodada, emigró a Inglaterra tras comprobar que en España no había sitio para gente como él. Una noche, estando sentado en un banco de la plaza de España de Madrid, fue abordado por dos inspectores de paisano. Así recuerda la breve conversación mantenida con los agentes:
-¿Qué haces aquí? Yo te conozco, tú eres maricón.
-Sí, lo soy.
-Pues acompáñanos a la comisaría de Luna.
Tras una noche en el calabozo es interrogado para cumplimentar el atestado por cometer supuestos "pecados contra natura". Le preguntan por su empleo, y tras responder que trabaja como profesor de literatura en el Colegio Tajamar, perteneciente al Opus Dei, dan aviso al director del centro, que le despide automáticamente:
"Lo peor fue que nadie preguntó, hicieron caso a la policía sin preguntar, fue abusivo e injusto no tomarse la molestia de comprobar si era cierto lo que decían, pero claro, lo que decía la policía iba a misa. Yo era tímido, con una subjetividad muy fuerte, y creía que era el único homosexual. Pensé que aquí no tenía sitio y tuve que irme, no pude opositar a catedrático de Filosofía, que es lo que quería hacer. Fui víctima de la brutalidad franquista, fuertemente condicionada por el catolicismo"
Pombo, que había vivido castamente su sexualidad hasta el punto de reconocer que no fue excesivamente gozosa, huyó de un país en el que podía terminar en prisión sólo por ser homosexual, y, aunque hizo visitas puntuales, no regresó hasta 1977».
4 comentarios:
Increíblemente el mismo personaje declaró recientemente a la publicación chilena The Clínic que “sé que suena mal, el asunto es que España prosperó gracias a Franco, la gente tuvo su cochecito, su residencia, y la democracia fue posible gracias a Franco. Sí, en España quizás se vivía mejor”.
¿Síndrome de Estocolmo?
Es impresionante. Después de esto resultan aún más incomprensible las declaraciones de Pombo sobre el franquismo y que se plantee algo parecido para ahora: "sí me hago esa pregunta, de si no tendríamos, por ejemplo en España, que pasar a una fase suprapolítica, suprapartidista, de gestores firmes. ¡Si tenemos cinco millones de parados (cesantes)!".
Como me resulta incomprensible que en la entrevista diga que "Hitler fue un dictador que metió a los países en una guerra espantosa, pero Franco no. Y Pinochet tampoco." Es decir, que Franco no nos metió en una guerra espantosa.
Me parece incomprensible y me solidarizo con aquella (como con el resto) víctima del nacional-catolicismo franquista y por ello ahora no puedo más que repudiar a quien ensalza a aquel dictador y piensa en algo análogo para el presente.
Gracias por los comentarios.
Gracias, Fernando. Tuve el placer de leer "El látigo y la pluma" hará unos siete años y una de los pasajes que me llamó más la atención fue este que rescatas en esta entrada.
Precisamente ayer, un amigo mío enlazaba en su muro de FB la última girada de olla de Álvaro Pombo defendiendo el franquismo (la misma a la que se refieren Urbek y Hugo) y yo le contesté "¿Es que no se acuerda de haber tenido que pasar la noche en el calabozo por ser "maricón"?" en clara alusión a tu libro.
Agradezco que hayas sido tan oportuno al rescatar esta conversación: lo escrito, escrito queda.
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