TENGO UNA PREGUNTA PARA USTED (2)

De vuelta de los anuncios... en T1PPU, crisis de nuevo. Pregunta de tú a tú: "¿qué quita el sueño a José Luis?", pregunta la ciudadana de Portugalete. "Duermo bastante bien", responde Zapatero, pero lo que le quita el sueño es la situación de las personas que se quedan sin empleo. "Se me critica por ser optimista", añade; "soy optimista porque conozco este país". Apela al esfuerzo de los mayores. Realización "pincha" planos de gente mayor. "Pato pato", se dice en la profesión. ¿Qué siente cuando se acuesta con su señora?, le repreguntan. Respecto a la crisis, por supuesto. Vaya, otra vez a torear el Miura. ¿Pero no lo había matado ya?. "Mire "las cifras del paro es lo que más comento con mi mujer", aclara.

La realización parece más entonada. Ha mejorado, aunque algunos planos siguen desajustados. ZP sigue moviéndose mucho. No es fácil, desde luego, cuando el personaje está más abajo que quienes preguntan. Por cierto, repreguntan al presidente, le rebaten, opinan. No están encorsetados. Punto a favor del fantástico formato (salvo cuando invitaron a Luis Aragonés).

Una angoleña para la cuota, otro de Portugalete que sale escaldado porque ZP da una larga cambiada, un pintor que insiste en que este Gobierno ha dado dinero a los bancos.... mmm mmm, Milá tiene prisa y avisa a ZP y al público: quiere que pregunten muchos (luego se echan cuentas, ya se sabe).

¡Horror! El 11-M aparece como un fantasma del pasado. "Ustedes dicen que el Gobierno de Aznar mintió, y este Gobierno ha mentido porque prometió el pleno empleo". Suena a argumento agrio, demagógico, maloliente. El ciudadano engominado con corbata amarilla le corta, le enmienda la plana, se enzarza... ZP entra al trapo, ahora está valiente, Milá cede la palabra al presidente para que se explique.

El siguiente T1PPU pide una ley de aborto total y libre, sin cortapisas, y una ley que regule la eutanasia. Otro oportuno cambio de tercio, para ZP y para el propio programa, que así es más animado, más variado, menos monotema. ZP no para quieto. El atril está de adorno. Las cámaras le persiguen por el plató. De pronto, un plano de ZP con fondo negro.

Milá anuncia a un sacerdote. "Esto se anima", dice ZP. Mal, señor presidente. Comentario inoportuno. Javier dice que está orgulloso de ser sacerdote. "Es lógico", dice ZP. Vaya, la otra España irrumpe cuando la situación estaba controlada. "¿El embrión es un ser humano, un individuo?", pregunta el cura. ¡Jaaaaal!. ZP dice que se remite a lo dicho por el TC. "No se trata de dar opiniones científicas", explicita. "¿El embrión es un ser humano, un individuo?", repregunta el cura sin sotana. "Se trata de defender los derechos de las mujeres". Se echaron mal de ojos, diría Héctor del Mar.

Diana, que pregunta por el Plan Bolonia, también usa chuleta. Algunos han leído directamente del papelito. Aparece el primer rótulo del programa: España puede opinar sobre T1PPU en la antena de RNE.

"La justicia no funciona bien en nuestro país", sentencia ZP. Leña al mono, leña a los huelguistas. Estamos acabando el programa, dice Milá.

¿Qué pregunta haría usted al presidente del Gobierno?, pregunta una chica al presidente del Gobierno. Risas en el plató. "¿Cuál sería la pregunta que yo le haría?", reflexiona, preguntándose a sí mismo el desdoblado yo de ZP. Le preguntaría: "¿qué puedo hacer para ayudar a este pais a salir de la crisis?", se pregunta a sí mismo, bueno, más bien al otro -o sea, el ciudadano Zapatero al presidente ZP-. Otra llamada a la confianza, que se acaba el tiempo. Y cómo no, Obama, que recordó que España es líder en... energías renovables. Y el potencial de la cultura, redondea ZP. Cultura es PIB. Un ciudadano con gafas oscuras, estilo Niña de los Peines, se ríe. Ha tenido un segundo de gloria.

Cuarenta preguntas formuladas. "¿Podemos enviar las demás a Moncloa?, dice Milá.
Por supuesto. Sin micro, alguien pide que les invite a Moncloa. "Por supuesto", cierra ZP con una sonrisa.

Mientras vemos los créditos a la derecha de la pantalla, a la izquierda nos muestran un plano de ZP hablando con el público de la grada. Eso sí es proximidad. Termina así la noche en que el presidente del Gobierno apeló al esfuerzo colectivo para salir de la crisis. Corajudo pero poco fajador, acorralado a veces por dramas personales elevados a categoría de drama colectivo, Zapatero salva el pellejo. Más o menos.