Una reflexión sobre el fotoperiodismo, al hilo de la concesión del World Press Photo al reportero español Samuel Aranda. La incluí en mi libro "Gerda Taro, fotógrafa de guerra":
"El fotoperiodismo es una ventana móvil que los fotógrafos transportan por el mundo. A través de su trabajo, los ciudadanos se asoman a esa ventana y ven una realidad horrible. Porque el mundo ha sido y es un horror continuo, y los fotógrafos, fotoperiodistas y reporteros de televisión han estado y siguen estando ahí para guardar esas imágenes en la historia y en nuestras conciencias. Son los ojos de la guerra (1) y sienten una obligación moral para con las víctimas, cuyo destino sería aún peor si no hubiera testigos. El horror no tiene medida. Las exposiciones de fotografía, y certámenes como el World Press Photo, con su acumulación de instantáneas de muerte, destrucción, hambre, miseria y abandono, dejan a veces la sensación de que nada cambia en un mundo que destila demasiado sufrimiento, demasiada crueldad. Después de acudir a muchas guerras, Christine Spengler no ha encontrado una respuesta que explique por qué el ser humano es cruel con sus semejantes."
No hay comentarios:
Publicar un comentario