Desde que escribí "Gyenes. El fotógrafo del optimismo" (Ed. Península 2011), conozco muy bien el fondo, que adquirió el Estado español tras el fallecimiento del fotógrafo, pero la verdad es que cuantas más fotos veo, más me interesa su trabajo. Ardua labor, por tanto, la de elegir las instantáneas más adecuadas para la muestra. Lo bueno: que hay donde elegir. He visto magnificas fotos, muchas muy poco conocidas. Lo menos bueno: las que, inevitablemente, se quedarán fuera de la selección final.
Muchas horas... y muchas fotos. Siempre, con los guantes puestos. Hay que conservar su legado lo mejor posible. Forma parte del patrimonio colectivo. Es nuestra historia.
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