En mi barrio se madruga bastante, así que a las nueve y cinco, cuando me he acercado a mi colegio electoral, que está a la vuelta de la esquina de mi casa, ya había bastante gente: electores buscándose en el censo, otros mirando papeletas... Yo llevaba la del Congreso preparada de casa, así que sólo he tenido que marcar las tres casillas del Senado (ojo, llevad bolígrafo, además del DNI) y meter la sábana en el sobre (pedazo de sábana, por más que la doblas no encaja). Todo, en una cabina... porque no había mesas donde apoyarse.Me he acercado a la mesa 14-B (no había cola) y he entregado los sobres.
Una redactora de la BBC esperaba en la puerta para entrevistar a quienes salían. No le he gustado, ha preferido a una señora.
He votado, y me voy a jugar al fútbol. ¡Feliz día!
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