Fue muy agradable desear Feliz Año Nuevo judío (Shaná Tová) a los asistentes a la conferencia sobre la fotógrafa alemana Gerda Taro, que pronuncié anoche en el Istituto Europeo Di Design, con el patrocinio de Casa Sefarad-Israel. Muy especial, desear paz y buenos deseos precisamente un 11-s (o quizá por eso).
Fue un acto emotivo. Gerda lo merecía, y Madrid se lo debía. Gracias al Defensor del Pueblo, Enrique Múgica, por su asistencia. Y a Carmen Gurruchaga por los elogios hacia el libro. Y a Esther Bendahan por su interés en dar a conocer la figura de Gerda. Y al público (analista de política internacional, representante diplómatico de Serbia, comunidad judía en España...) por atender mi intervención hasta el final.
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